¿Cómo te gusta dar las gracias?

El agradecimiento es una virtud que hace brillar a las personas.

Estamos conscientes que, al hacer algo en pro de otra persona, debe ser con actitud de no esperar nada a cambio, y, mejor aún, cuando sabemos que aquella persona tiene cero probabilidades de devolver el favor.

Dicho eso, nunca estará mal ser agradecidos, no siempre las gracias volverán de la misma manera en que recibimos el favor, a veces puede ser un simple “muchas gracias, lo aprecio de verdad” a veces puede ser con un gesto corporal que denote ese agradecimiento, una nota en un papel, y cuando se pueda, haciendo algo por esa persona que no esté en posibilidades de ella.

Personalmente, he tenido la dicha de conocer a personas que han hecho por mi cosas invaluables, he tratado de dar las gracias no solo diciéndolo, sino buscando la manera de hacer algo más allá por ellos. Porque definitivamente, hay actos de bondad que nis marcan para siempre.

Hay un ley espiritual que no falla: “…pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7). Aunque originalmente el texto se refiere a nuestra manera moral de vivir delante de Dios, el principio puede ser aplicado a la vida cotidiana. Por lo tanto, aún el ser agradecido en su momento, dará fruto.

Haciendo este artículo un tanto más dinámico, dejaré un reto por acá. Haz memoria de esa o esas personas que han hecho algo por ti, y se te olvidó dar las gracias. Es más, aún si lo hiciste, te reto a hacerlo de nuevo. Te aseguro que la persona recibirá un disparo de ánimo en su corazón y querrá seguir siendo de bendición para los demás.

Por cierto, Muchas gracias por leerme.