
Permíteme decirte que estoy muy claro de que a veces los temas religiosos repelen a una generación donde ya no creen en clérigos, pastores, líderes etc. Y créeme, entiendo la razón del porqué está siendo así. Aunque no es nada bueno, siempre han habido grupos que predican una cosa pero practican otra.
Dicho lo anterior, quiero tratar de hacerte ver que, si en el mudo existe una mentira, es porque también existe una verdad. Por lo que basándome en ese principio, puedo decir con toda seguridad, que, aún hay personas totalmente genuinas en lo que predican.
Ahora bien, permite decirte el “porqué todos necesitamos ser salvos”
- Todo hombre es pecador
¿Alguna vez has escuchado decir a alguien: “Yo iré al cielo porque no le hago mal a nadie, no fumo, no tomo, no bailo pegado”? Bien, yo también. Pero el concepto de la salvación, aunque una persona salva debería tener la mayoría de las características anteriores, no tiene nada que ver con “yo hago ó yo no hago”. Romanos 3:23 dice: “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. ¿Te das cuenta? Todos estamos destituidos de la gloria de Dios, TODOS. Ahora preguntarás porqué, ya te conozco. Bien, la razón es que desde que Adán y Eva cayeron de la gracia, toda la humanidad heredó la maldición, no solo de la muerte física sino también la espiritual.
- Hay una buena noticia
¿Qué te esperabas? ¿Qué yo venía aquí con un gran dedo acusador? ¡nah! Para empezar yo también soy pecador. Estoy aquí para decirte que aunque todos cargamos por naturaleza con el pecado, hay una buena noticia, mejor dicho, una esperanza. ¿Quieres saber cual es esa esperanza? Aquí va: QUE DIOS TE AMA Y ENVIÓ A SU HIJO SANTO Y PERFECTO PARA MORIR EN NUESTRO LUGAR.
Así como lo lees. Sé que te gusta, (quizá) la ficción y la mitología. Pero no hay ficción ni mitología que se compare con un hecho histórico real. Que el Dios del universo tomó forma de hombre, para que a través de su propia vida tuviésemos ejemplo de lo que es el amor. De hecho, una vez prediqué un tema basado en ello, que, explota la cabeza de cualquier filósofo, el tema estaba titulado: “El Dios que le lavó los pies a un hombre”. Sí, y ese no es un tema para llamar la atención, de hecho, Jesús le lavó los pies polvorientos y quien sabe que más a sus mortales discípulos, así como tú y yo.
San Juan 3:16 declara: “porque de tal manera amó Dios al mundo, que Dios a su hijo unigénito; para que todo aquel que en él cree, no se pierda sino que tenga vida eterna”
Ese es el regalo más hermoso que puede recibir la humanidad, a Jesús mismo, el Dios hecho hombre.
- ¿Cómo puedo recibir esa salvación?
Yo sé que te pasó por la mente en cómo un hombre entonces puede salvarse, aun si se cree lo suficientemente bueno. Bien, la Biblia también nos da la respuesta una vez más: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. -Romanos 10:9-10
El primer paso es creer con todo el corazón que Jesús es tu salvador. El segundo es el resultado del primero, hacerlo público. Una vez que hagas esto, el Espíritu Santo, tercera persona de la trinidad, quien también es Dios (tema que tocaremos en otros artículos) te guiará hacia toda verdad.
Consejos de parte del autor
Amigo, amiga. La decisión de seguir a Jesús nunca será fácil en una época donde el evangelio ha sido desvirtuado. Y no solo por eso, sino porque seguir a Jesús muchas veces representa renunciar a cosas que amas, pero que pueden llevar a perderte, y no queremos que eso pase. Dios no quiere que eso pase. Si llegaste a este artículo, tómalo como un mensaje de Dios.
Aquí te doy unos consejos:
1. Ora a Dios, aunque no veas ni sientas nada. Él sabrá manifestarse a ti personalmente.
2. Lee la biblia. Hoy en día son muy fáciles de adquirir y la encuentras en varias versiones.
3. Después de haber orando, pide a Dios que te dirija para ir a una iglesia donde se predique la verdad.
4. Deja que Dios transforme tu manera de vivir. Tú sabes las cosas que necesitar dejar de hacer, y las que deber empezar a hacer.
Oro por ti.
Padre, en el nombre de Jesús te doy gracias por mis queridos lectores, que han sabido leerme aún cuando compartimos creencias distintas. Pero en este momento oro para que la luz de tu palabra penetre a lo más profundo de su corazón, y que de esa manera reciban la salvación y amor. Si están pasando por momentos difíciles: Depresión, economía, traición, pérdida familiar, entre otras cosas, dales fuerza y resilencia. Gracias te doy en el nombre de Jesús. Amén.
Deja un comentario