Hace unos años atrás, el la ciudad de Asbury, sucedió algo que impactó a no solo una universidad, no una ciudad en concreto, sino a personas de todas partes del país de Estados Unidos. Lo que comenzó como un tiempo de adoración, se convirtió en una manifestación de avivamiento; y aunque cuestionada por muchos, innegable para la mayoría.

Fue en auras de ese evento donde me encontré con un post que daba su opinión acerca de lo que estaba sucediendo en ese lugar. Sinceramente fue uno de los más sabios que pude leer para entonces. Había gente que negaba tal avivamiento, otros lo atribuyeron a meras emociones humanas, mientras otros abiertamente decían que un avivamiento real del Espíritu Santo había caído en ese lugar.

Volviendo al tema de el post, recuerdo que fue uno de esos que te lleva a la prudencia, de respetar aquello que no conoces y discernir aquello que ya. Al final de haber leído aquello, era como haber escuchado aquella expresión del Fariseo Gamaliel: “pero si es de Dios, no lo podrán destruir. ¡No vaya a ser que ustedes se encuentren luchando contra Dios! (Hechos 5:39)

No pude evitar escribirle y decirle de mi admiración por la sabiduría, y desde esa pequeña plática a la cual no fue reacio, nació una amistad que me bendijo, me bendice y me bendecirá.

¿Que he aprendido de él?

Que amar a Dios por encima de todas las cosas siempre valdrá la pena. No tengo derecho de contar sus cosas personales en esta entrada, pero puedo decirte que de un niño que sufrió abandono, traiciones, limitaciones y hasta pérdida materna (por mencionar solo un poco) nace uno de los teólogos que en la actualidad me atrevo a decir, está representando a Nicaragua en el área teológica. Sus libros: “7 formas de ser tan humilde como yo” (titulo al estilo sátira); Sastre de desastre; y en espera de su tercero con temática de la amistad, están marcando los corazones de la iglesia y más allá. En fin, un joven que dejó todo por seguir el propósito de quien le llamó. ¿Por qué se le admira? Porque a pesar de cada logro, los pone a los pies de Jesús y solo dice: “Solo soy un pecador perdonado”

Hay algo que no se puede negar, Enma tiene muchos amigos, y cuando digo muchos, es mucho. De hecho, de él aprendí que puedes tener muchos mejores amigos, amigos por los que vale la pena meterse en problemas —como suele decir él. Pero, el asunto va más allá, a pesar de su apretada agenda, siempre, siempre encuentra el momento para dedicarte su plena atención. Es de una raza ya casi extinta.

Es uno de mis maestros

Hace mucho tiempo he querido estudiar teología, lo intenté por dos años, pero a causa de los problemas internos de mi país, no pude continuar, seguido de un período de penas personales y estancamientos espirituales. Pero hace poco, Enma se puso a la orden para darme clases personales, para bendición de mi vida, la pasión por el estudio de la palabra de Dios ha vuelto. Estoy seguro que he sido llamado a eso. Soy un Evangelista, ¡Gloria a Dios!

Mis mejores deseos

Hago esto para manifestar mi amistad sincera hacia un chico que va más allá de trajes formales ni modismos sofisticados, si no de un chavalo que, cuando estaba soltero, estaba para ti, se casó con su maravillosa esposa Anita, y, sigue estando para ti. Es de admirar.

Deseo que siga creciendo y enseñando; viajando y escribiendo; pero sobre todo que siga honrado a Jesús, al amor de su vida. El sastre de todos sus desastres.

Redes sociales de Enmanuel Rodríguez

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palabras finales:

Si encuentras a un amigo, cuídalo. Dios nos bendice con buenos regalos, pero nos abraza con buenos amigos.

By Kevin Mayorga

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