Deberé iniciar este artículo mencionado que, a través de los años, los acontecimientos relatados en los evangelios en cuanto a los padecimientos de Cristo, han sido sometidos a debates no solo por devotos religiosos, sino también por eruditos, científicos, arqueólogos, filósofos y muchas profesiones serias.
¿Qué lleva a estos hombres a estudiar esto? Bueno, por alguna razón, el nombre de Jesús, es el nombre más famoso de la historia. Algunos dicen: “Este hombre, o estaba loco, o todo lo que dijo acerca de sí es verdad”. Y, para gozo de unos y dolor de otros, los psicólogos más experimentados han afirmado que Jesús no tenía ningún indicio de desorden mental.
Hoy nos indagaremos en algo que Juan, el autor de su homónimo evangelio relata: “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua” (Juan 19:34)
¿Son los evangelios una especie de fantasía o esto pudo haber sucedido en realidad?
Bien, según la ciencia, para el momento en que Jesús había sido clavado en la cruz, había perdido muchísima sangre, por lo que posiblemente ya estaba sometido a una conmoción hipovolémica: ( Lo que causa que el corazón ya no pueda bombear suficiente sangre). Por lo que el cuerpo comienza a segregar un líquido alrededor de dos membranas, una alrededor del corazón y otra en los pulmones. A la primera se le llama Efusión pericárdica y a la otra Efusión pleural. Y es exactamente ahí donde ese líquido corporal se aloja.
Al momento en que su cuerpo entra en Shock, antes de producirse un paro cardíaco, él menciona las palabras “En tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). A los romanos les urgía la muerte de los crucificados por un asunto religioso de los judíos llamado “La pascua” y procedieron a confirmar la muerte de Jesús. Es ahí donde uno de los soldados, con su lanza, atraviesa a Jesús por su costado —posiblemente derecho— y al instante sucede el “milagro” agua y sangre salen de dicho costado.
Algunos dicen que hay contradicción, pues el relato dice que salió primero, sangre, y luego agua, en ese orden. Entonces dicen que si Jesús había perdido mucha sangre, ¿cómo era posible que saliera sangre primero? Bueno, es sencillo, para los escritores judíos, cuando relataban un asunto, no escribían en el orden secuencial de las palabras sino en el orden de preeminencia de las palabras. La pregunta es ¿Altera esto la veracidad del hecho? En absoluto, ustedes mismos han usando en repetidas veces esta frase: “El orden de los factores no altera el producto”
Ahora, amigo mío, tú que amas la ciencia, cada sufrimiento de Jesús, está validado por la ciencia moderna. Y todo eso, por ti, por amor.
Más sobre efusión pericárdica: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/pericardial-effusion/symptoms-causes/syc-20353720
Más sobre efusión pleural: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Derrame_pleural

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