Tomaré tus sueños y los elevaré por veredas y montañas,
surtiré tus espacios de claveles y aromas renovados;
hasta que huyan tus miedos de recuerdos inservibles,
y que surjas de repente cual belleza escondida.
Tomaré mi coche y lo convertiré en sirviente tuyo,
que imite me recelo por servirte sin paga;
conduciré millares de parajes que te hagan sentir vivo;
escribirás tu nombre en las arenas de vastos mares.
Pernoctarás y esfumaré tus temores en mi viaje,
buscarás tus displicencias y he aquí las hallarás nulas.
Querrás vivir de nuevo y te olvidarás de la muerte;
Sacudiré tu espíritu en bajadas de alegría.
Si no regresas es solo porque amas mis manos al lado tuyo,
y si regresas es solo porque toca.
Si me llamas esperaré paciente bajo la lluvia;
el dolor se olvida, pero mis viajes nunca.
Kevin Mayorga

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