¿Quién es la persona más segura de sí misma que conoces?

Omitiré su nombre porque no es necesario. Con toda seguridad puedo decir que él estuviera de acuerdo con este pensamiento.

Le conocí hace muchos años, la conexión fue casi instantánea, entre un saludo y otro ya nos sentíamos cercanos; al paso de unas carcajadas ya éramos amigos; y con el tiempo le sentí un hermano, y lo es.

Ser seguro de sí mismo no es sinónimo de la ausencia de miedos. Al contrario, es que a pesar del miedo, estar seguro que puedes pasar por encima de ellos. Bueno, eso es él. Una persona que literalmente decía: “puedo” aunque sus probabilidades matemáticas era de 0,000.

Y fue ahí cuando aprendí de una persona mucho menor que yo. Solo le he conocido dos novias. La primera lo dejo por otro chico. Aunque sé que eso lo lastimó profundamente, nunca le pidió una sola explicación, la dejó marcharse como a cualquier papalote. A la segunda la amó como a nadie, pero un día esta chica le confesó que se besó con un compañero de trabajo. <<quise llorar, pero la verdad no tenía ni las más remotas ganas, ella se lo pierde>> —dijo— yo sabía que era cuestión de días para que le abriera la puerta y se marchara para siempre de su vida. Jamás vacilaba, ni se lamentaba de sus decisiones.

Quiero mencionar un detalle extra. Él y yo, nos texteamos, quizá 7 veces en el año. Y la conexión es tan fuerte que pareciera que todos los días nos sentáramos en un balcón a hablar de la vida, pero no. Y cuando logro a volver a saber de él, siempre está implacable, paciente y seguro.

“Ey, pequeño, ¿aún sueñas con abrazos?”…

Deja un comentario