Hace muchos años, cuando me mente y subconsciente ignoraba más cosas de las que ahora ignoro, existía dentro de mí un niño; ese niño creció, como quizás todos, sin saber lo despiadada que serían las etapas de la vida. No voy a quejarme de este viaje, pero no puedo ser menos realista que lo que ya todos conocemos, a veces la vida parece injusta. Aun así, a la vez me parece hermosa, tan hermosa como la oportunidad de teclear estos párrafos donde puedo ser yo, donde la falsa santidad no está juzgándome y donde no tengo miedo de siete dedos señalándome.
Vengo de una temporada donde anhelaba, y, siendo sincero, es algo con lo que todavía lucho, y es esa necesidad absurda de ser reconocido; créanme, lo pienso y no lo entiendo, si la fama no lo es todo y no todo se trata de fama… ya puedes lacerarme.
Sin embargo, ya nada es como antes, ya no me afectan los comentarios con los que no estoy de acuerdo, he aprendido que si tal cosa no ha llegado, es porque no soy tan bueno en lo que hago, o porque lo que hacía lo estaba haciendo con las intenciones incorrectas. Ahora disfruto la escritura de una manera distinta, descubrí que nací para esto, y que a pesar de, eso no garantiza un éxito mundial, porque hasta eso me cuestiono ahora, que el éxito no siempre está ligado a números, sino a esa sensación de haber logrado hacer aquello para lo que naciste a pesar que siquiera alguien lo notara.
Yo creo en Jesús, y no sé cómo explicártelo y perdona, pero tampoco lo preguntes, pero una vez me dijo esto:
Hay éxitos del hombre que para Dios son un completo fracaso; no obstante, hay cosas en las que el hombre fracasa, que, para Dios son un rotundo éxito.
Y sí, ahora eso es parte de mi filosofía de vida. Si tú me preguntas: «¿entonces ya no te interesa el éxito tal como lo conoce el hombre?» no sería capaz de ser hipócrita como para decirte que no, claro que sí, solo que ya no con la misma inquietud de antes. Cada día espero menos y disfruto más.
He descubierto la actitud de algunas personas que a la verdad perplejo me deja. Y es que, cuando de sus proyectos se trataba, yo movía cielo y tierra para promocionarlos, hoy que impulso estos mis humildes textos, literalmente no está ninguno, sabiendo que esto existe. ¿Que si me duele? solo un poco, pero todo sana, todo pasa, y la vida sigue. Dios es bueno.
Este soy yo. 😊

Deja un comentario