
Foto por: Mart Production
Si por las calles vas, y se detiene tu mirar,
encontrarás mil mundos divagando cerca tuyo;
lloviendo a cántaros por donde no puedes caminar,
donde no existe aquello por la cual tener orgullo.
Confinados al tal vez del qué alimentarse bien,
sin un par de brazos rodeándoles el cuello frío;
aborrecidos por los que creyendo creen ir al cien,
y teniendo fábulas y cuentos de arte algo sombrío.
Sus infantes distraídos con un par de juguetes,
pequeñas manos que a dos dedos hacen de muñecos;
un carrito que en su vieja vida fue frasco de billetes,
corriendo a dispensas de talones lacerados y secos.
Privados sus talentos de la exponeidad y el deleite,
condenados a la burla de los que se creen dueños;
no encajan con los ricos, ellos son agua, los otros, aceite;
donde lo único que nadie puede quitarles son sus sueños.
Miserable verdadero el que ignore dichos mundos bastos,
errante y degradado el indiferente que un peso le empobrece;
el que al pobre da, a Dios le presta y no faltará pastos,
que al polvo volveremos nunca olvides a todos acontece.
Esos mundos siempre estarán entre nosotros es verdad,
invitarlos a pasar al salón de la bondad y el amor;
antes que sea tarde reflexiona que lo que vale en realidad,
es dar la mano al vagabundo, es como hacer crecer una flor.
–Kevin Mayorga
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